Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania
miércoles, 4 de diciembre de 2013
Quien vive con Mi Hijo, ¡el Señor se complace en él!
- Mensaje nº 363 -

Hija mía. Ya estás de vuelta. Gracias por venir, hija mía. Es una gran alegría tenerte aquí de nuevo en este maravilloso lugar santo que tanto amas. Hija mía. Todo irá bien. No te preocupes por nada. Dejad que todo vaya en paz, y reflexionad también vosotros sobre este tiempo maravilloso, porque el Señor os nació hace 2000 años, y es Él quien llena vuestros corazones, es Él quien os llena de Su amor, es Él quien se entregó por vosotros, y es Él quien ahora muy pronto os librará de todos los sufrimientos y desgracias de vuestro tiempo presente. Hija Mía. Diles esto a Nuestros hijos de todo el mundo y diles que la misericordia de Mi Hijo perdona todos los pecados. Pero que no blasfemen, pues éste es el pecado para el que no hay perdón. Pero, Mis hijos tan amados, no tengáis miedo, pues pocos de vosotros sois culpables de este pecado. Así que venid a Mis brazos y vayamos juntos a Mi Hijo. Su amor os curará, Su misericordia os perdonará. Con Él podrás volver a ser completamente niño, porque es Él quien te mantiene a salvo, es Él quien te guía, es Él quien te conduce y te enseña, y es Él quien cuidará de todos vosotros, en cuanto le hayáis dado vuestro Sí a ello.
Hijos míos. Mis tan amados hijos. Involucraos con Mi Hijo, y hermosos y felices serán vuestros días aquí en la tierra. Al reino de los cielos llegaréis, pues quien vive con Mi Hijo, en él se complace el Señor.
Hijos Míos. Así que ahora, todos vosotros, venid y dad vuestro Sí a Jesús. No esperéis más y entregaos por completo a Su bondad. Sentid Su amor todopoderoso y Su misericordia que todo lo perdona. Aceptadlo y volved a encontrar vuestro camino hacia el Señor, porque el Padre os espera, con los brazos abiertos, amorosamente tendidos hacia vosotros, y Sus lágrimas, que llora por cada hijo perdido, se convierten en lágrimas de alegría en cuanto un hijo confiesa a Jesús.
¿A qué esperas? ¡Date la vuelta y vuelve al Señor! Aquel que te lo da todo, incluso Su propia «carne y sangre». te ama. ¡Vuelve al Señor!
Tu amorosa Madre del Cielo y el Ángel del Señor. Amén.
Origen: ➥ DieVorbereitung.de
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